Matías Catrileo y Julia Chuñil: La deuda histórica con el pueblo mapuche sigue sin saldarse
- Punto Valpo
- 3 ene
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Actualizado: 13 feb

El 3 de enero de 2008, Matías Catrileo, un joven mapuche de 22 años, fue asesinado por Carabineros durante una acción de recuperación territorial en un fundo usurpado por la familia Luchsinger en el sur de Chile. Este trágico suceso marcó un hito en la lucha del pueblo mapuche por la restitución de sus tierras ancestrales, pero 17 años después, la historia parece repetirse. El reciente caso de la desaparición de Julia Chuñil, defensora ambiental mapuche, refleja una preocupante continuidad en la violencia, la represión y la falta de justicia que afecta a esta comunidad, evidenciando cómo la deuda histórica del Estado chileno sigue sin resolverse.
Matías Catrileo murió por un disparo efectuado por un cabo de Carabineros, quien fue condenado, pero su muerte no resolvió el conflicto ni la violencia estructural hacia el pueblo mapuche. A pesar de los años transcurridos, las políticas del Estado chileno siguen siendo marcadas por la militarización del territorio mapuche y la criminalización de las demandas territoriales. Este patrón de violencia institucionalizada y despojo territorial se repite en el caso de Julia Chuñil, quien desaparece el 8 de noviembre de 2024 en el contexto de una lucha contra el empresario forestal Juan Carlos Morstadt Anwandter y la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI).
La respuesta del Estado ante ambas situaciones ha sido similar: una falta de acción efectiva, impunidad y desinterés por los derechos y la seguridad de los defensores del pueblo mapuche. El gobierno de Michelle Bachelet, en su segundo mandato, instauró políticas represivas como la militarización de las zonas mapuches, un enfoque que ha continuado bajo la administración de Gabriel Boric, quien, a pesar de prometer un enfoque conciliador, ha mantenido el mismo nivel de control y represión en las regiones mapuches.
La lucha por la restitución de tierras ancestrales, que impulsó Catrileo en el fundo usurpado por la familia Luchsinger, sigue siendo uno de los principales reclamos del pueblo mapuche. Sin embargo, como lo demuestra el caso de Julia Chuñil, el despojo territorial y la falta de reconocimiento de los derechos ancestrales continúan siendo problemas graves, exacerbados por la conexión de poderes económicos que agravan la situación.
El asesinato de Matías Catrileo y la desaparición de Julia Chuñil reflejan la perpetuación de la impunidad y la falta de avances reales en la resolución de la deuda histórica del Estado con el pueblo mapuche. Más de una década después de la muerte de Catrileo, las estructuras de poder que perpetúan la violencia hacia esta comunidad siguen intactas. En lugar de reparación, el pueblo mapuche sigue siendo víctima de una constante persecución, que se manifiesta en la criminalización de su lucha por la tierra y la defensa de su territorio.
La situación de Julia Chuñil es un ejemplo claro de cómo, en pleno 2024, la impunidad y la falta de acción de las autoridades siguen siendo una constante en la lucha mapuche. Mientras tanto, el Estado chileno continúa sin dar respuestas claras ni efectivas a las demandas de justicia y reparación, lo que evidencia la deuda histórica que sigue sin ser saldada. En este contexto, el pueblo mapuche sigue enfrentando la violencia y el despojo territorial sin que se vislumbre una solución definitiva, y las cicatrices de la historia continúan abiertas.
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